domingo, 25 de abril de 2010

El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.


Juan 8.
1y Jesús se fue al monte de los Olivos. 2Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. 3Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres.a Tú, pues, ¿qué dices? 6Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. 7Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
a a 8.5: Lv. 20.10; Dt. 22.22–24.
Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Jn 7.53-8.11

Todos hemos pecado, la Biblia lo dice, así que nadie puede tirar de piedras contra los otros y juzgar a los demás sin acusarse a si mismo...

Ante la creciente de blogs y paginas que se dedican a matar ministerios y criticar a los demás, pienso que sería importante ver la vida de algunos de los que estan juzgando y criticando como si ellos no cometieran pecados...

No digo que este mal contender por la fe, estoy de acuerdo, lo que me parece justo es que tambien estos reconozcan que a la par son pecadores, quizas no en las mismas áreas que sus blancos, sino en otras y que tambien se arrepientan de sus pecados y sean parejos, esa es la finalidad de este espacio.

Al igual que ellos, no se trata como lo explican a cada rato de condenar a nadie, sino de que se vuelvan de sus malos caminos y le den gloria al único que no cometio pecado a Cristo el Señor de señores y nuestro Salvador...

En hora buena!